La seguridad como valor añadido
Uno de los aspectos que cada vez preocupa más a los usuarios es la seguridad de sus comunicaciones. Aunque llevamos años escuchando teorías de la conspiración sobre gobiernos que escuchan a sus ciudadanos o sistemas como la red Echelon que supuestamente se dedicaban a captar y analizar el tráfico de las comunicaciones, no ha sido hasta el escándalo que desató Edward Snowden que muchos empezaron a tomárselo más en serio. En junio de 2013 el antiguo empleado de la CIA exponía a la luz documentos de alto secreto que demostraban que la NSA (Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU.) utilizaba activamente los programas de vigilancia masiva PRISM y XKeyscor a nivel mundial, vulnerando la privacidad de millones de usuarios. Tal fue el revuelo montado por la filtración que desde entonces Snowden vive escondido en Rusia, requerido por la justicia norteamericana.
Y las app de mensajería instantánea no podían menos que situarse en el ojo del huracán. Al fin y al cabo, soluciones como WhatsApp no han encriptado hasta hace poco sus comunicaciones, algo que las hacía vulnerables ya no solo ante una posible control gubernamental sino en teoría también por parte de ciberdelincuentes o usuarios demasiado “curiosos”.
Para muchos se hace necesario tener herramientas capaces de cifrar el intercambio de mensajes móviles (tanto SMS como chat) para que las comunicaciones sigan siendo privadas. En este sentido la aplicación de mensajería de iOS iMessage (que permite enviar mensajes SMS gratuitos entre usuarios de Apple) emplea de forma intrínseca un sistema de cifrado punto a punto que ha demostrado ser muy fiable hasta ahora.
Pero la que seguramente lidera el grupo de aplicaciones que apuestan por la seguridad de las comunicaciones es Telegram. Esta app de origen ruso, que se presentó en su momento como gran alternativa a WhatsApp (y que la supera en muchos aspectos), cuenta con 50 millones de usuarios y presume de implementar un potente cifrado de datos. Además, ofrece un cliente web independiente del móvil, chats secretos, mensajes que se autodestruyen tras un tiempo y la información del historial se guarda en la nube (salva las conversaciones sin límite).
Telegram adquirió peso tras las caídas mundiales que sufrió WhatsApp a principios de 2014, y cuenta con usuarios fieles (la gran mayoría porque valora en especial la privacidad), aunque tienen en WhatsApp a un duro competidor ya asentado.
Pero no es la única solución que presume de seguridad en sus comunicaciones. HushhushApp es otra app gratuita que va un poco más allá prometiendo no solo un “simple” sistema de cifrado sino hasta cuatro niveles de encriptado de mensajes, aparte de la posibilidad de ocultar conversaciones y números de teléfono de los contactos y asegurar su acceso mediante huella dactilar con el sensor Touch ID para terminales compatibles.
Gliph es otra app que lleva el nivel de privacidad y seguridad a tal grado que hasta permite transacciones con Bitcoin, además de lanzar chats con discusiones anónimas, e incluso tiene una herramienta para enviar correos electrónicos de forma anónima.
Más orientado al mercado profesional se encuentra Cotap, una app gratuita que además de permitir conectarse con varias aplicaciones en la nube como Dropbox o Box, da acceso a chats en grupo para reuniones o identifica a usuarios por compañía. Y no podemos olvidar a BBM (BlackBerry Messenger), la app de BlackBerry nacida en 2005 que, a pesar de la pérdida de cuota de mercado, sigue siendo muy valorada en cuanto a sus protocolos de cifrado para la privacidad y seguridad de sus usuarios.
Threema (de pago) podría cerrar este repaso, aunque existen más exponentes, y seguro que estarán naciendo otros mientras lees estas líneas. Destaca por permitir bloquear la app mediante un PIN, encriptar mensajes, así como facilitar chats grupales y anónimos.