Internet se ha caracterizado siempre por ser un lugar en el que impera la libertad de expresión y donde todo credo (salvo alguna condenable excepción) tiene cabida. Por ello, sólo ha sido cuestión de tiempo que surgieran los Podcasts, una nueva forma de oír la Red, de escuchar sus palpitaciones y de vibrar con sus opiniones.
Cada día aparecen nuevas tecnologías que dejan desfasadas a las que hasta hace poco gozaban de todo el crédito, lo que a la postre nos obliga a reciclarnos constantemente. Esto es en parte lo que hace del sector informático en general y de Internet en particular, un lugar tan apasionante, puesto que lo convierte en un territorio repleto de sorpresas en el que, con una frecuencia casi delirante, aparecen nuevos actores en escena, nuevas tecnologías que mejoran y potencian el uso de la red.
En lo que ha venido a denominarse como web 2.0 se engloba toda una nueva hornada de aplicaciones y tecnologías que vienen a cambiar sustancialmente la filosofía de la Red puesto que ésta ahora sube un peldaño en la escala evolutiva cibernética pasando de ser un servicio pasivo (en el que nos conectábamos a páginas para leer noticias, foros o el correo electrónico) a uno mucho más activo, mucho más cercano a un servicio a la carta y el en el que se pretende personalizar el uso de la Red, ofreciendo aplicaciones que se ajustan de forma sorprendente a los gustos y aficiones del internauta: noticias sindicadas, a la carta, emisoras de radio “inteligentes” como Pandora que se ajustan de forma sorprendente a los gustos establecidos, o las cada día más potentes aplicaciones realizadas con Ajax.
En este maremágnum de nuevas tecnologías relacionadas con Internet y con esta nueva óptica aún en ciernes, han hecho acto de aparición los Podcasts, el resultado casi natural de toda una serie de fenómenos que se han sucedido en la Red como las transmisiones online, el streaming y las noticias sindicadas.
EXTRACTO ARTÍCULO
Velásquez Espinel, Nicolás. Podcasts. Revista Arroba, Nº 109, Septiembre 2008, págs. 8-13