El principio de Neutralidad [Octubre 2006]

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Internet es lo que es hoy en día, aunque parezca obvio, por lo que significa para todos nosotros. Se trata de un lugar en el que expresarnos libremente y donde nadie es más que nadie. Este concepto, defendido a capa y espada por el principio de neutralidad, está siendo amenazado por grupos de presión norteamericanos.

[Artículo publicado en octubre de 2006]

La naturaleza de Internet, ese ente poliforme y multicultural del que todos dependemos de una manera o de otra, está siendo debatida en aras de los intereses de algunos que pueden hacer de la Red que conocemos, un espejismo histórico para las generaciones venideras. Internet como centro neurálgico de la libertad de expresión ha sido abanderada de freaks y revolucionarios, de seres anónimos atrapados en guerras, de famosos cibernautas con ansias de expresión, y de cualquiera que quiera expresarse. Pero oscuros nubarrones amenazan tormenta.

Y es que actualmente se está librando una batalla política en Estados Unidos en la que se discute sobre el control de los servicios de Internet. En una esquina del cuadrilátero se encuentran las grandes operadoras de cable y telefonía, mientras que en la otra están las empresas y líderes de la Red, periódicos, artistas y grupos civiles. La causa del debate es la reforma radical de las telecomunicaciones, propugnada por quienes quieren sacar partido (amortizar inversiones y costear gastos) del tráfico en Internet, aunque lo que realmente se esconde tras este movimiento es el negocio en la Red, y más concretamente la oferta de contenido audiovisual y telefonía IP que enfrenta a las viejas y nuevas compañías tecnológicas, y que son el goloso pastel del que todos quieren sacar la mejor tajada.

Todo parte de lo que se conoce como la «neutralidad de Internet», un concepto tras el cual se engloba la filosofía de la red y que establece que cualquier empresa puede ofrecer los servicios que quiera sin que las operadoras den prioridad a unos por delante de otros. Según este principio, que lleva años siendo cuestionado por algunos grupos de presión, se obliga a quienes controlan la infraestructura a manejar el tráfico en términos igualitarios un tráfico de contenidos audiovisuales que debido al auge de las redes P2P (así como el de la telefonía IP) consume cada vez más ancho de banda, a lo que se suma el negocio de las conexiones inalámbricas, por la que los interesados no perciben nada. Todo empezó cuando el jefe ejecutivo de AT&T, Ed Whitacre criticó públicamente a compañías como Google o Yahoo, quejándose de que quisieran “usar sus tuberías gratuitamente”. Defendía que habían gastado su capital en ellas y que querían una justa retribución a cambio de esa inversión.

El 8 de junio de 2006, la Cámara de Representantes norteamericana votó una reforma de la Ley de Telecomunicaciones en favor de la conservación de los principios de neutralidad dictados por la FCC (Federal Communications Commission), que permitía a las operadoras dar servicios preferentes. Empresas como Google, Amazon, eBay, Intel, Microsoft o Yahoo, y personas como el creador de la World Wide Web Tim Berners-Lee, Vinton Cerf, y los principales periódicos, se han unido en la plataforma Save the Internet (Salvemos Internet), que pide una ampliación de los principios de neutralidad de la FCC. En contrapartida los operadores han creado una plataforma denominada Hands Off The Internet (Las manos fuera de Internet) en contra de la neutralidad, y en realidad en contra de lo que podría suponer una competencia real basada en una reglas de juego escrita a su favor.

¿Pero cuales podrían ser para nosotros, los usuarios de a pie, las consecuencias de una red controlada por determinados sectores o intereses? Lo cierto es que Internet tal como lo conocemos hoy en día desaparecería, convirtiéndose en un coto privado de los operadores, un lugar en el que sus servicios tendrían prioridad frente a los de las pequeñas empresas. Actualmente los usuarios escogen lo que quieren ver y a dónde quieren ir. Esto hace que el éxito o el fracaso de un sitio normalmente dependa de los méritos cosechados y no de otros factores más “mundanos”. Y es que sin la neutralidad Internet se convertirá en la mala imitación de una televisión por cable en la que los dueños del ancho de banda decidirán qué servicios estarán disponibles y los consumidores deberán escoger de este menú. Internet habría muerto tal y como fue concebido originalmente.

Por lo pronto el Centro para la Democracia y la Tecnología (CDT) ha propuesto una solución salomónica que consiste en crear dos Internet, una forma de mantener los principios de la neutralidad por un lado y de dar libertad a las grandes operadoras para experimentar con servicios no neutrales, en las partes de sus redes que no sean Internet. La polémica está ahí y no se sabe aún hacia donde se definirá la balanza aunque la fragmentación de la Red, para muchos, no sería más que el principio del fin, una herida letal en la comunidad global.

El debate está abierto y la lucha por el control servida. En poco tiempo es muy probable que los medios de comunicación se hagan eco de noticias relevantes acerca del principio de neutralidad, del huracán que puede levantar. Y todo porque puede dar al traste con uno de los fenómenos con toda seguridad más importantes de la historia reciente: Internet.

ARTÍCULO
Velásquez Espinel, Nicolás. El principio de Neutralidad. Revista Solo Programadores, Nº 142, Octubre 2006, págs. 14-15

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Sobre el Autor

Redactor especializado en Tecnología e Internet, así como en desarrollo web y multimedia, traducciones, elaboración de tutoriales en vídeo de Photoshop y doblajes al castellano de vídeos técnicos sobre fotografía.

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