El “streaming” vive un momento dulce pero todavía queda un largo trecho por recorrer. Por lo pronto, sólo está cambiando por completo nuestros hábitos de entretenimiento
El término “streaming” gana protagonismo día a día. La transmisión de diversos contenidos a través de servicios de Internet permiten seleccionar lo que quiere ver o escuchar en el momento que quiera, sin horarios ni programaciones. Aunque llevan años entre nosotros (empezaron allá por los años 90) sus emisiones han evolucionado hasta ofrecer transmisiones de series, películas y música con una calidad máxima, sin contar con el abrumador éxito de los deportes y los videojuegos.
PARTIDAS EN VÍDEO
Algunos jugadores son ya auténticas celebridades en la Red, seguidos por miles de fans y los ejemplos en YouTube o en Twitch son numerosos. Esta simbiosis entre vídeo y juegos seguramente es responsable de que cada vez se lancen más soluciones para grabar las partidas en el dispositivo móvil como Ilos screen recorder, Game Recorder+ o Mobizen en Android (todas gratis), y las novedades que aportó ReplayKit en el ecosistema de Apple (desde iOS 9).
LA TRANSICIÓN DEL CD A LA ERA MODERNA
En el terreno musical las plataformas de música en línea siguen moldeando el futuro del sector. Lideradas por Spotify, y seguida por otras soluciones como Google Play Music, Deezer o Apple Music, entre otras, están redefiniendo el “modus operandi” de las discográficas y de los usuarios para acceder a la música. Las cifras en EE.UU. parecen evidenciarlo. Las ventas de CD se desplomaron casi un tercio en el primer semestre de 2015, comparado con el mismo periodo del año anterior (según la Recording Industry Association). Lo que salvó la situación fue la rápida expansión del “streaming” cuyas cifras mejoraron un 23% con respecto al 2014, representando un tercio de los ingresos de la industria musical.
EL RECICLADO DE LA TV
Los grandes consorcios televisivos han vislumbrado el potencial y en España encontramos ejemplos como Yomvi con cierta experiencia o Netflix que ha desembarcado en España con fuerza, y en el apartado deportivo nuevos fichajes como BeIN Sport o Total Channel (no exentos de polémica por la calidad en sus inicios). Todo porque el usuario está mutando hacia un Internet-vidente. El “streaming” se está convirtiendo en una forma cada vez más frecuente de acceder a series y programas de televisión, para lo que un dispositivo móvil resulta perfecto gracias a apps como Atresplayer o Mitele, entre otras.
HACIA UN MODELO MÁS CASERO
La tecnología nos trata a todos por igual, sin distinciones, en un proceso democratizador. Por su parte, cada novedad genera pequeños terremotos digitales que revolucionan, sacuden algún emporio o tumban regímenes. Un pequeño tsunami que arrastra sin piedad a todo aquel que no es capaz de adaptarse a las circunstancias. Así se las gasta.
Siguiendo esta premisa darwiniana, el “streaming” está en pleno proceso evolutivo y prueba de ello es que hoy en día cualquiera puede inicar una retransmisión a millones de usuarios con solo la cámara de su terminal (empleando apps como Periscope, Upclose o Meerkat, por ejemplo) aprovechando un amplio abanico de posibilidades sociales.
Y no hay que olvidar el “streaming” más casero. Y es que cada vez somos más los que usamos terminales NAS, dispositivos especializados o “media center” en ordenadores o Android TV, que permiten centralizar fotos o vídeos para visionarlos en cualquier momento y lugar. Descubrirás que existen soluciones magníficas como Kodi, Plex o AllCast que llevan en volandas el concepto de “streaming”.
